Trigo editado con CRISPR

Reino Unido aprueba ensayos para trigo editado con CRISPR

Tras el polémico Brexit, el trigo editado con CRISPR empieza a abrir posibilidades para el uso de semillas mejoradas con edición genética en el Reino Unido.

Un trigo que produce menos cantidad de acrilamida al ser cocinado podría ser uno de los primeros cultivos editados disponible para los británicos.

El Departamento Gubernamental del Reino Unido para el Ambiente, Alimentación y Asuntos Rurales (Defra) le concedió permiso al instituto de investigación británico Rothamsted Research. Para que realizara los primeros ensayos de campo para el trigo editado con CRISPR. Los ensayos se podrán realizar en cualquier lugar de Reino Unido o Europa.

Así las cosas, el trigo contiene un aminoácido natural bautizado como asparagina la cual se convierte en acrilamida a la hora de hornear o exponer algunos alimentos derivados del trigo, como el pan, a altas temperaturas. Cabe recalcar que la acrilamida es una sustancia química catalogada como cancerígena.

“La acrilamida ha sido un problema muy grave para los fabricantes desde que se descubrió en los alimentos en 2002. Causa cáncer en roedores y se considera “probablemente cancerígena” para los seres humanos, explicó el líder del proyecto y profesor Nigel Halford.

La acrilamida no solo se encuentra en el trigo; también se puede parecer en otros alimentos al tostarse como papas fritas, patatas y el café.

 

El trigo editado con CRISPR y su desarrollo

En el momento en que los investigadores de Rothamsted empezaron a estudiar la semilla de trigo, su objetivo era eliminar el gen de la asparagina sintetasa (TaASN2). Para ello utilizaron la técnica CRISPR, con la cual desactivaron dicho gen reduciendo la concentración de asparagina en la semilla más de un 90%.

Además, los investigadores lograron reducir los niveles de asparagina sin comprometer la calidad del grano.

Según Halford, lo anterior traería beneficios tanto a los consumidores como a la industria alimentaria, pues no habría mucha exposición a compuestos cancerígenos en los alimentos. Adicionalmente, la industria no tendría que preocuparse sobre las regulaciones de acrilamida.

 

Las regulaciones que vienen

Con respecto al tema también se pronunció la Dra. Sarah Raffan, científica del proyecto, quién dio un panorama sobre cómo se llevarán a cabo las pruebas de campo: “Esta nueva prueba evaluará otros aspectos del rendimiento del trigo, el contenido de su proteína”. Además, agregó que las pruebas durarán hasta 2026 y las plantas se estarán sembrando entre septiembre y octubre de este año.

Por otro lado, este podría ser un gran paso para realizar una posible nueva legislación en el Reino Unido la cual permitiría el consumo de alimentos editados genéticamente.

Fuente: Seedworld