Semillas de mostaza

Mostaza editada con CRISPR es menos picante


La tecnología de edición genética CRISPR-Cas9 ha revolucionado el campo de la biología molecular y la genética, y añade un nuevo mejoramiento en la mostaza, buscando también reducir su pungencia.

Investigadores del Instituto Nacional de Investigación del Genoma Vegetal en Nueva Delhi, India, han utilizado CRISPR para transformar plantas de mostaza, desarrollando una variedad con niveles bajos de glucosinolato en las semillas. Este compuesto le ayuda a la planta a protegerse de plagas y enfermedades, pero le otorga un sabor picante que dificulta su consumo.

Este avance tiene el potencial de cambiar la industria alimentaria al abrir nuevas posibilidades para la producción de nuevas variedades de mostaza que sean comestibles y nutritivas a la vez.

Aquí encontrarás información sobre la mostaza editada genéticamente que podría ser menos picante y los beneficios que puede representar una vez más el empleo de la tecnología CRISPR/cas9 para la agricultura.


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Los glucosinolatos en la mostaza


Cultivo de mostazaLos glucosinolatos son compuestos químicos naturales que se producen en las plantas de mostaza y desempeñan un papel fundamental en la defensa de esta planta contra plagas y enfermedades como, por ejemplo, hormigas, larvas de mariposa, escarabajos, pulgones y mancha negra de la hoja, hongo fusario y el moho blanco. 

Sin embargo, estos compuestos son responsables de producir un sabor picante, lo que hace que las semillas de mostaza no sean tan agradables tanto para los seres humanos como para los animales. Esta característica ha limitado durante mucho tiempo el uso de las semillas de mostaza en la alimentación humana y como fuente de alimento para el ganado.


Además, cuando las semillas de mostaza se muelen para producir aceite, el sabor picante que dan los glucosinolatos se transfiere al aceite, lo que ha obstaculizado la producción de un aceite de mostaza verdaderamente apetitoso.

 

CRISPR y la edición de genes transportadores de glucosinolatos


El equipo de investigación del Instituto Nacional de Investigación del Genoma Vegetal utilizó la tecnología CRISPR-Cas9 para abordar este problema. Se centraron en los genes transportadores de glucosinolatos (GTR), que son responsables de llevar los glucosinolatos desde las hojas de la planta hasta las semillas. 

El análisis detallado de las líneas editadas mostró una mayor acumulación de glucosinolato en las hojas de la planta sin afectar su defensa ni rendimiento. Cuando se probaron contra plagas como hongo blanco y el gusano cogollero, las líneas editadas mostraron una respuesta de defensa a la par o mejor que su contraparte silvestre. 

Los resultados del desarrollo confirmaron que las plantas de mostaza editadas genéticamente tenían niveles significativamente más bajos de glucosinolato en las semillas y más altos en las hojas en comparación con las plantas de tipo silvestre.

Esto es especialmente prometedor porque significa que las plantas siguen estando protegidas contra plagas y enfermedades, ya que hay mayor presencia de glucosinato en las hojas.

 

Beneficios de la mostaza


La mostaza es conocida por tener algunos beneficios potenciales para la salud, aunque es importante destacar que su consumo debe ser moderado y parte de una dieta equilibrada. Aquí hay algunos de los beneficios comprobados que se le atribuyen a la mostaza según un estudio publicado en la Revista Brasileira de Farmacognosia (2023):

Debido a la presencia de ácidos grasos el aceite de mostaza posee un efecto hipolipidémico. Esto quiere decir que tiene la propiedad de reducir las grasas en la sangre como pueden ser el colesterol o los trigliceridos. Incluso, los efectos hipolipidémicos potencian aún más el efecto antidiabético. Además de este beneficio se encuentran los siguientes:
 

Plata de mostaza

 

  • Efectos antiinflamatorios y antioxidantes
     
  • Posibles efectos anticancerígeno
     
  • Los compuestos químicos del aceite de mostaza mostraron acción antimicrobiana contra varios microorganismos patógenos.

     

Incluso en España se hizo un estudio sobre el beneficio de la siembra de mostaza en la agricultura. Este cultivo ayuda a mantener un terreno húmedo, apto durante el invierno y que luego estuviera listo para ser sembrado. 
 

El uso de CRISPR-Cas9 para modificar plantas de mostaza hasta alcanzar niveles bajos de glucosinolato en las semillas y cantidades elevadas en las hojas es un avance emocionante en la agricultura y la biotecnología. Esta tecnología podría allanar el camino para la producción de un aceite de mostaza de alta calidad, libre del sabor amargo que ha limitado su uso en la industria alimentaria. 

Este es un ejemplo más de cómo la ciencia está transformando la forma en que cultivamos y consumimos alimentos, abriendo nuevas fronteras en la producción de alimentos más sabrosos y saludables.