El cultivo de uchuva mejorado con CRISPR está en camino
El cultivo de uchuva ha tenido diferentes retos en campo y los científicos le apuestan a solucionarlo con CRISPR.
Aquí te traemos las principales dificultades del cultivo de uchuva y cómo la ingeniería genética con CRISPR está acercando las soluciones a estos cada vez más.
El cultivo de uchuva, una fruta conocida como Physalis grisea por su nombre científico, ha tenido y sigue teniendo desafíos en campo, y el Instituto Boyce Thompson se ha puesto a la tarea no solo de estudiarlos, sino de seguirle el rastro a investigaciones que utilizan biotecnología moderna para solucionarlos.
Para esto realizaron un estudio en el que reúnen los principales retos del cultivo de uchuva, como la caída del fruto y su riesgo a daños por insectos herbívoros. Lo llamativo del asunto es que para muchos agricultores las respuestas a estas dificultades están en mejoras con edición genética que se han realizado en otros cultivos.
Las variedades cultivadas de uchuva se han caracterizado por sufrir en gran medida de la caída del fruto y un tamaño pequeño del fruto.
La caída de frutos antes de tiempo repercute negativamente en el rendimiento del cultivo, afectando la producción agrícola. Este suceso en la planta depende de factores externos como la temperatura, la luz y la disponibilidad de agua, lo que le suma complejidad a su manejo.
Partiendo de esto, los investigadores plantearon que el objetivo de la ingeniería genética aplicada en este cultivo debería lograr una planta con un crecimiento más compacto. Esto representa una menor distancia entre el tallo y las ramas, e incluso que estas últimas fueran más cortas.
Estas mejoras reflejarían una ayuda al agricultor debido a que una planta con esas características facilitaría la cosecha y aseguraría el rendimiento del cultivo. Esto reduciría la necesidad de prácticas de cultivo intensivas en mano de obra, como el enrejado y la inversión que requiere, por ejemplo.
La biotecnología aplicada en plantas es una aliada para encontrar soluciones a los retos en este cultivo de manera más rápida y óptima. Cambiar los aspectos problemáticos de la planta de manera convencional puede tomar muchas generaciones, ya que depende de las múltiples y antiguas variedades.
Es por eso que los investigadores trabajan en entender la función de los genes de la planta de uchuva y, con la técnica de edición genética CRISPR-Cas9, acelerar la selección de las mejores variedades de uchuva.
- Comprender y reducir la caída de la fruta: Ante esta situación, los investigadores se basaron en un estudio anterior que realizaron sobre el ADN de la uchuva para identificar el gen específico que debe ser editado para reducir este desprendimiento. Para ello se contó con la edición genética CRISPR y su anterior aplicación en el cultivo de tomate, donde aunque se obtuvieron frutos más pequeños, por el contrario, la cantidad de frutos aumentó, y con ello el rendimiento.
- Aumento del tamaño de la fruta: Para incrementar el tamaño y la pulpa de los frutos, se está teniendo en cuenta un avance científico de 2022 que empleó CRISPR-Cas9 para modificar el gen de la proteína CLV3, clave en el desarrollo de flores y frutos del cultivo de uchuva. Esto permitió lograr plantas con un aumento del 24% en la masa de la fruta y un mayor número de frutos.
Este estudio demuestra que el cultivo de uchuva tiene un gran potencial para la investigación científica, pues los investigadores señalaron que la uchuva funcionaba como planta modelo para la mejora de cultivos.
Sin embargo, la falta de apoyo en los estudios y esfuerzos de mejoramiento genético ha dejado muchos de sus rasgos sin mejorar, limitando su adopción y cultivo. Es clave fomentar la investigación en biotecnología vegetal, para avanzar hacia un futuro agrícola más próspero y sostenible.