Científicos chilenos desarrollan trigo tolerante a la sequía
Las innovaciones biotecnológicas han permitido abordar los desafíos climáticos y ayudar a encontrar soluciones para la seguridad alimentaria con este trigo tolerante a la sequía.
El proyecto de trigo tolerante a la sequía, que están trabajando científicos chilenos con CRISPR, representa un avance significativo en la biotecnología agrícola.
El cambio climático representa una de las mayores amenazas para la humanidad en el siglo XXI. A medida que las emisiones de gases de efecto invernadero continúan calentando nuestro planeta, los impactos se hacen cada vez más evidentes. Uno de los aspectos más preocupantes es la intersección entre el cambio climático y la seguridad alimentaria. Si la ciencia no actúa de inmediato, podríamos enfrentarnos a una crisis global de alimentos.
Según la FAO el cambio climático tiene al planeta en una situación crítica, las sequías graves afectarán alrededor de un 30% de la superficie global con trigo para 2030, y un 60% para fines de siglo. En esta línea, las sequías cada vez más severas y frecuentes han llevado a científicos chilenos a buscar soluciones innovadoras en la agricultura, especialmente en la producción de trigo, un cultivo esencial para la seguridad alimentar.
Sin embargo, la ciencia ofrece una esperanza en medio de esta crisis. Los expertos en cambio climático y agricultura están trabajando en soluciones innovadoras, desde cultivos resistentes al calor hasta técnicas de cultivo más sostenibles. La inversión en investigación y tecnología es crucial para desarrollar sistemas agrícolas resilientes que puedan enfrentar los desafíos del cambio climático.
Y eso lo han entendido los científicos chilenos que se han dado a la tarea de investigar sobre un cultivo milenario como es el trigo, que es uno de los tres granos más ampliamente producidos en el mundo, junto al maíz y el arroz, y el más ampliamente consumido por el hombre en la civilización occidental desde la antigüedad. El grano del trigo es utilizado para hacer harina, harina integral, sémola, cerveza y una gran variedad de productos alimenticios.
Este alimento obtiene su rendimiento de factores como el número de espigas por unidad de superficie, el peso de mil granos y el rendimiento de grano por espiga. La forma de la espiga afecta directamente el número de espiguillas, el rendimiento de grano y la productividad general del trigo.
Descubrir los reguladores clave del desarrollo de la espiga del trigo e investigar sus mecanismos moleculares es muy prometedor para el mejoramiento genético de precisión y la mejora molecular de la morfología de la espiga.
Así, científicos de la empresa chilena Neocrop Technologies – con su laboratorio en Valdivia-, publicaron una investigación en la que se explica como ha sido el desarrollo del trigo genéticamente editado para resistir la sequía a través de la implementación de una plataforma biotecnológica avanzada que combina la edición genética con el sistema CRISPR, un software propio para la identificación de genes candidatos, y métodos de cultivo acelerado, logrando cosechar en 2 meses (menos de la mitad de lo que ocurre en el campo), marcando un hito en la innovación agrícola chilena. Todo esto apoyado por un fondo público de la Fundación para la Innovación Agraria (FIA).
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“El proyecto de trigo tolerante a la sequía que estamos trabajando en Neocrop representa un avance significativo en la biotecnología agrícola. Al editar genéticamente el trigo para mejorar su resistencia a condiciones de sequía, Chile no solo está abordando sus desafíos climáticos, sino también posicionándose como un líder en la ciencia agrícola en América Latina”, aseguró en un comunicado de prensa Daniel Norero, COO y Cofundador de NeoCrop Technologies.
“Los primeros ensayos de campo estarían programados para 2026, y se espera que este proyecto tenga un impacto profundo en la sostenibilidad y seguridad alimentaria del país”, se detalló en el comunicado.
Actualmente el trigo entrega el 20% de calorías y proteínas consumidas en el planeta y en Chile, es el principal cultivo cosechado y base de gran parte de la alimentación en este país.
“En 2021 iniciamos el primer proyecto de trigo editado por Neocrop, que consiste en líneas editadas (derivadas de líneas comerciales de trigo chilenas y argentinas) para aumentar la cantidad de fibra, un compuesto saludable y que la industria busca en sus productos. En simple, permitiría generar una harina para pan blanco (con su sabor aceptado por los consumidores), pero con mayor cantidad de fibra, incluso que el pan integral o negro. Estas líneas avanzarían a ensayos de campo en la próxima temporada de 2024”, comentó Norero a los medios chilenos.
“La aplicación de técnicas de edición genética como CRISPR en trigo, liderada por equipos chilenos, es un claro ejemplo de cómo la ciencia y la innovación pueden contribuir significativamente a solucionar problemas locales de urgencia. Estos esfuerzos no solo refuerzan la posición de Chile como líder en innovación agrícola en América Latina, sino que también demuestran el potencial de la biotecnología para crear cultivos más resilientes y sostenibles”, aseguró Miguel Ángel Sánchez, director ejecutivo de ChileBio, entidad que reúne a las empresas que desarrollan biotecnología para agricultura.
Este trigo editado tolerante a la sequía pasaría su primera fase de I+D en laboratorio durante 2024 y 2025, con cosechas en speed-breeding, y lo más probable es que pase a ensayos de campo oficiales hacia 2026 en Chile y Argentina.
En Chile no solo Neocrop ha estado investigando sobre el tema. Científicos de la Universidad de Talca están trabajando en proyectos que utilizan CRISPR para desarrollar variedades de trigo resistentes a enfermedades comunes en la región, como la roya y el oídio. Estos esfuerzos tienen como objetivo mejorar la productividad y la seguridad alimentaria en el país austral y replicarlas por el mundo.
Además, el Instituto de Investigaciones Agropecuarias (INIA) también está involucrado en investigaciones sobre la aplicación de CRISPR en el mejoramiento genético del trigo. Están enfocados en desarrollar variedades que sean más resistentes a las sequías y a otras condiciones climáticas extremas que son comunes en ciertas regiones del suro del continente.
En la Universidad de Concepción se están llevando a cabo estudios para mejorar la calidad nutricional del trigo mediante la modificación genética utilizando CRISPR. Están trabajando en la biofortificación del trigo para aumentar su contenido de ciertos nutrientes, como el hierro y el zinc, lo que podría tener un impacto positivo en la salud de la población.
Daniel Norero, COO y Cofundador de NeoCrop Technologies destaca que “como empresa estamos alineados en los rasgos agronómicos clave para los desafíos actuales, que son una mejor nutrición, una mayor resiliencia frente a los desafíos climáticos, y la resistencia a las enfermedades reduciendo o evitando el uso de insumos”.
“Los académicos, la industria y los técnicos del Ministerio de Agricultura saben que la frontera agrícola chilena se va corriendo cada año hacia el sur, debido al aumento de las temperaturas, el déficit hídrico y la erosión de los suelos. Por esto, creemos que podemos aportar a entregar cultivos importantes mejor adaptados al clima cambiante, que permitan fortalecer la seguridad alimentaria del país, de manera sostenible, y evitando la escasez de alimentos y el alza de sus precios”, concluye el COO de NeoCrop.
Fuentes:
https://propyme.com/noticiaspymes/detail?id=d31865f0584b481da9b5132e3eeaafc0
https://phys.org/news/2022-07-wheat-yield-enhancing-gene.html
https://www.jic.ac.uk/press-release/discovery-raises-hopes-of-more-temperature-tolerant-wheat/